¿Por qué no me sale casi barba?
Dejarse barba puede ser una tarea casi imposible para muchos hombres. Aunque no es cierto, muchas personas creen que afeitarse frecuentemente hace que el vello facial crezca más rápido. Otro error muy común es creer que los hombres con barbas cerradas y frondosas tienen más testosterona que los hombres lampiños o con barbas ralas. A continuación, te mostramos los motivos por los que a algunos hombres no les sale barba y las posibles soluciones.
Índice
- ¿No me sale barba por mis genes?
- Razones que impiden que crezca la barba
- Tratamientos para el crecimiento de la barba
¿No me sale barba por mis genes?
Los genes son los encargados de determinar cómo y cuánto crecerá la barba de un hombre en particular. Al igual que hay diferencias en la textura, color y forma del cabello masculino de un hombre a otro, también las hay en la barba.
Del mismo modo, los factores genéticos influyen en el grosor del vello facial. De los 18 a los 30 años de edad, la mayoría de hombres siguen desarrollando las características de su barba en términos de grosor. Es por esto por lo que no resulta tan común tener una barba cerrada a los 18 años, sino que puede seguir cambiando durante más de una década.
El origen étnico también puede jugar un papel en el crecimiento de la barba. Los hombres de origen mediterráneo, por ejemplo, suelen presentar una mayor probabilidad de desarrollar barbas más pobladas que los hombres con origen asiático, africano o del norte de Europa.
Razones que impiden que la barba crezca
Hay diversos motivos que impiden que una barba se desarrolle completamente. Además de la ya comentada genética, existen otras razones que pueden explicar por qué no le sale barba a un hombre en particular. Algunas de ellas son:
- Las hormonas
Los andrógenos son las hormonas sexuales masculinas responsables del desarrollo de rasgos propiamente masculinos, como el crecimiento de la barba o el cambio de voz. Una enzima presente en el organismo llamada 5-alfa reductasa se encarga de convertir estas hormonas en una versión activada de la testosterona llamada dihidrotestosterona (DHT), que a su vez es la encargada de estimular el crecimiento del cabello desde el folículo piloso.
Sin embargo, la eficacia de la DHT depende en gran medida del grado de sensibilidad que los folículos tienen a la misma. Esta sensibilidad varía de persona a persona y viene determinada por la genética. La sensibilidad a la DHT juega un papel igualmente importante en la alopecia androgenética.
- La edad
Como hemos explicado con anterioridad, la edad juega un papel clave en el crecimiento de la barba. Las características de la barba siguen cambiando hasta pasados los 30 años de edad.
¿Cuándo sale la barba entonces? En hombres muy jóvenes, es posible que aún se encuentren en esta fase de cambio y aún no hayan desarrollado todo el potencial de su vello facial. En estos casos, el único remedio es la paciencia.
Si por el contrario los problemas de la barba no se resuelven alcanzada la treintena, podemos empezar a considerar otros motivos o problemas detrás de una barba escasa o que no llega a cerrarse del todo.
- Baja testosterona
Los hombres que presentan un nivel bajo de testosterona a menudo desarrollan una menor cantidad de vello facial, que en ciertos casos puede ser prácticamente nula.
Sin embargo, no es común presentar un nivel bajo de testosterona. La gran mayoría de hombres produce unos niveles similares de esta hormona. Lo que cambia de una persona a otra es la sensibilidad del organismo a la misma. Un hombre con gran sensibilidad a la testosterona desarrollará rasgos masculinos más prominentes, desde una mandíbula más marcada hasta mayor facilidad para generar músculo, o más vello facial y corporal.
No tener una barba cerrada, por tanto, no es síntoma de baja testosterona. Sin embargo, si se sospechan niveles bajos de testosterona, lo más indicado es llevar a cabo un análisis hormonal.
Tratamientos para el crecimiento de la barba
Cuándo no sale la barba, podemos contemplar una serie de opciones para intentar mejorar la situación del vello facial. La gran mayoría están relacionados con hábitos diarios, que mejoran la salud en general, y promueven que el folículo piloso aproveche al máximo todo su potencial dentro de las limitaciones de la genética.
- Cambios en el estilo de vida. Incluida una alimentación más saludable, dejar de fumar y practicar ejercicio físico.
- Reducir los niveles de estrés. El estrés incrementa la producción de cortisol en el cuerpo, lo cual puede afectar al nivel hormonal y dificultar el crecimiento de la barba.
- Mantener el rostro hidratado. Mimar el folículo piloso empieza por una piel sana, limpia e hidratada, ya sea con cremas específicas, aceites, cepillos para barba y, por supuesto, beber mucha agua.
- Aumentar el consumo de biotina. Ya sea con suplementos de biotina o con alimentos ricos en esta vitamina como la yema de huevo.
Como alternativa, si no se consigue potenciar el crecimiento del vello facial por otros medios, se puede recurrir a un trasplante de barba. Este tratamiento permite repoblar las zonas de la barba con baja densidad de vello facial con cabellos extraídos de una zona donante, la cual suele estar ubicada en la parte posterior de la cabeza.
Preguntas frecuentes
¿Cómo afecta la genética al crecimiento de la barba?
La genética determina tanto la densidad como el patrón de crecimiento del vello facial. Si otros hombres en tu familia tienen barba escasa, es probable que experimentes lo mismo.
¿Cuáles son los signos de que una barba no crecerá debido a problemas hormonales?
Baja densidad de vello en general, parches sin crecimiento y otros síntomas de desequilibrio hormonal como fatiga y cambios en el estado de ánimo pueden ser indicativos.
¿Existen métodos clínicos no quirúrgicos para estimular el crecimiento de la barba?
Sí, existen tratamientos tópicos como el minoxidil y terapias con láser de baja intensidad que pueden estimular el crecimiento del vello facial.