Mujer lavándose el cabello con fondo de color rosa

Guía: Cómo lavarse el pelo en 7 pasos

Lavarse el pelo forma parte de la higiene básica diaria. Forma parte de la rutina del día a día, y y lo hacemos de manera casi automática. Sin embargo, muchos problemas relacionados con la mala salud o apariencia capilar se producen precisamente en este momento.

Veamos paso a paso lo que hay que hacer para mantener el cabello en perfecta forma con unos cuidados básicos en la ducha.

Índice


  1. Cómo lavarse bien el pelo según el tipo de cabello
  2. Cómo lavarse el pelo correctamente: guía paso a paso
  3. Cuidados posteriores
  4. En definitiva, el cuidado del cabello empieza con el lavado

Cómo lavarse bien el pelo según el tipo de cabello

Tener el pelo bien limpio y cuidado no es solo una cuestión de técnica. Depende también de los productos que empleamos, y si son los más adecuados para nuestro cabello.

El primer paso para mantener el pelo sano incluso si se lava a diario es identificar cuál es nuestro tipo de cabello y actuar en consecuencia para saber como lavarse el pelo correctamente:

  • Normal. El cabello tiene una apariencia saludable y se mueve de forma natural. Probablemente no necesite cuidados específicos.
  • Graso. El pelo tiene un aspecto húmedo y aceitoso, especialmente al nivel del cuero cabelludo. Conviene lavarlo con productos que contrarresten el exceso de grasa.
  • Seco. Tiende a partirse y a enredarse. Es más estático y no tiene brillo. A la hora de cuidarlo, es importante usar productos específicos que le den fuerza.
  • Mixto. El cabello está seco en las puntas y graso en la raíz. Resulta difícil darle volumen y mantener la forma de un peinado. Es importante usar productos específicos para cabello mixto, que contrarresten la diferencia entre ambas zonas.

Además de un análisis del cuero cabelludo, es importante tener en cuenta otros detalles para elegir los productos para el cabello más adecuados.

Largo del pelo

El largo del pelo es clave para saber cómo lavarse bien el pelo. Cuanto más largo, más fácilmente se quebrará en las puntas, especialmente si usamos mucha fricción durante el lavado. Existen cuatro tipos de cabello en función de su longitud: corto, medio, largo y extra-largo.

Tratamientos previos

Cabellos pre procesados con tratamientos como la queratina, las mechas o el moldeado necesitan de un cuidado diferente. Este tipo de tratamientos suelen dañar en cierto grado el cabello: la decoloración, por ejemplo, vuelve el pelo poroso con el fin de librarlo de la melanina que le da color. Cuando el cabello ha sufrido algún tratamiento intensivo de este tipo, lo mejor es recurrir a productos de alta calidad para protegerlo de daños adicionales durante el lavado.

Condiciones particulares

El cuero cabelludo puede presentar diferentes características que también hay que tener presentes a la hora de elegir los productos de cuidado para el cabello. No es lo mismo un pelo fuerte y sano, que se cae de forma regular siguiendo su ciclo de vida natural, que otro que entra en fase telógena de forma repentina debido por ejemplo al estrés. También es importante si se sufre de alguna condición específica como superproducción de sebo o caspa, o procesos inflamatorios del folículo piloso.

Le proponemos lo siguiente: mírese al espejo y empiece a mover su cabello. Tóquelo y preste atención a si lo ve demasiado seco, grasiento o fácilmente quebradizo. Quizá su pelo necesite un poco más de hidratación, volumen o un producto para potenciar su brillo.

Cómo lavarse el pelo correctamente: guía paso a paso

Mujer demostrando cómo lavarse el pelo correctamente en la ducha

En esta sección, detallamos las 7 fases para un correcto lavado:

1. Preparación

El objetivo del lavado de cabello es librarlo de las impurezas acumuladas durante el día. No solamente suciedad y grasa: también cualquier producto que hayamos aplicado desde el último lavado, incluido el acondicionador. Para asistir con el lavado del cabello con champú, antes de entrar en la ducha utilice un peine de puntas finas para retirar la acumulación de producto antes de comenzar. Hágalo incluso si ya han pasado muchas horas desde su aplicación, ya que pueden quedar pequeños restos que conviene eliminar.

2. Mojado

A continuación, utilice agua tibia para empapar bien el pelo. No deje ninguna zona sin lavar: el área entre la coronilla y la nuca a menudo concentra gran cantidad de cabello, especialmente en melenas más largas, donde la dirección vertical de crecimiento del pelo suele acumular un mayor número de capas.

3. Aplicación de champú

Una vez elegido un producto específico para su cabello y los requisitos individuales de su melena, llega el momento del enjabonado. El champú es en realidad un producto desengrasante, con componentes similares a los de un detergente, pero formulados para respetar el pH del cuero cabelludo. Es importante tener presente que más espuma no significa necesariamente que estemos lavando más a fondo el pelo: una pequeña cantidad de productos suele ser suficiente.

4. Masaje

Una vez aplicado el champú, hay que masajear el cuero cabelludo con las puntas de los dedos de forma suave, evitando utilizar las uñas. Empiece en las sienes y vaya descendiendo suavemente hacia la nuca, masajeando en forma de círculos u ochos y levantando el cabello ligeramente desde la raíz. Es importante seguir la dirección de nacimiento del pelo para evitar enredos o dañar la cutícula. El masaje, además, debe darse exclusivamente en el cuero cabelludo, donde se acumula la mayor cantidad de grasa y suciedad. El resto del pelo no necesita de un lavado por fricción: basta con el champú que cae desde el cuero cabelludo hasta las puntas para mantenerlo limpio.

5. Aclarado

El proceso de aclarado debe hacerse sin prisas, ya que es importante eliminar por completo el champú para evitar irritaciones del cuero cabelludo. Dejar restos de productos en el cabello, además, puede provocar que el pelo «pese» más de lo que debería, y tenga un aspecto más lacio después de secarlo. La clave para dar volumen al cabello comienza con el aclarado. Un buen aclarado debe combinar agua tibia y agua fría para sellar completamente la cutícula y obtener una melena que brille como un espejo.

6. Secado

Frotar el cabello con la toalla de forma enérgica puede quebrar el cabello con facilidad, ya que el pelo mojado es más susceptible a la rotura que cuando está seco. Utilice una toalla (mejor de microfibra que de algodón) para presionar con suavidad el cabello hasta absorber el exceso de agua, y déjelo secar al aire siempre que sea posible.

7. Peinado

Utilice un peine de puntas abiertas para peinar el cabello suavemente y evitar que se enrede.

Cuidados posteriores

Una vez que hemos aprendido a lavar el pelo correctamente, es hora de aplicar productos específicos que ayuden a hidratarlo y darle brillo, o hacerlo más suave. Recuerde emplear solamente aquellos que encajen con su tipo de pelo.

Acondicionador

Hoy en día existen dos tipos de acondicionador:

  • El acondicionador con aclarado tradicional. Se aplica en la ducha después de champú, y se aclara con agua después de dejarlo actuar durante unos minutos. Utilícelo exclusivamente de medios a puntas, evitando la raíz, y recójalo en un moño en lo alto de la cabeza mientras actúa.
  • El acondicionador leave-in. Se aplica después de la ducha, ya sea sobre el cabello húmedo o seco. Es importante usar una cantidad pequeña de producto y usarlo, igualmente, de medios a puntas.

El acondicionador ayuda a suavizar la cutícula, aportando brillo, flexibilidad y más fuerza al cabello. Es recomendable leer con atención los ingredientes de este tipo de productos, ya que muchos se valen de siliconas y micro plásticos para obtener este «efecto espejo».

Mascarilla

Al contrario que el acondicionador, la mascarilla no suele aplicarse todos los días. Su uso recomendado es una o dos veces por semana. La mejor manera de aplicarla es mechón por mechón, la raíz, y dejándola actuar de 5 a 20 minutos en función de las necesidades del cabello. Al igual que sucede con el champú, el aclarado debe combinar agua caliente y fría para sellar correctamente la cutícula y retener al máximo los nutrientes y agentes hidrantes de este producto en el pelo.

Aceites

Aunque parezca contradictorio, el aceite no aporta grasa al cabello si se aplica correctamente. De argán, almendras y oliva, este tipo de productos pueden aplicarse una vez por semana, dejándolos actuar el mayor tiempo posible, con un mínimo de dos horas pero, idealmente, durante toda la noche. Extiéndalo de medios a puntas evitando engrasar la raíz del cabello y, al día siguiente, retírelo con dos aplicaciones de champú y sendos aclarados con agua tibia y fría.

En definitiva, el cuidado del cabello empieza con el lavado

La base del cuidado del cabello es algo tan simple como el lavado durante la ducha. Le aconsejamos que dedique tiempo a este proceso, ya que, en muchos casos, es importante dejar que los productos actúen durante varios minutos en función de las características individuales de cada uno.

Ahora que ya sabe cómo lavarse el pelo, es hora de poner en práctica los consejos que le hemos proporcionado. No olvide la importancia de utilizar solo los productos que más le convengan y, en caso de duda, consultar a un profesional.

¡Lucir un pelo radiante, saludable y de textura sedosa es mucho más fácil de lo que parece!