Mujer señalando la línea de nacimiento del cabello

¿Cómo tratar la alopecia frontal fibrosante?

La alopecia frontal fibrosante es un tipo de alopecia cicatricial cuya incidencia ha aumentado en todo el mundo desde que el Dr. Steven Kossard la describiera por primera vez en 1994. El síntoma más destacado de esta alopecia es el retroceso de la línea de implantación del cabello con cicatrización irreversible.

Aunque generalmente afecta a mujeres posmenopáusicas, la alopecia frontal fibrosante también puede afectar a mujeres premenopáusicas y hombres. El principal objetivo del tratamiento es detener la progresión de la caída del cabello y aliviar los síntomas. A continuación, le mostramos las posibles causas, los tratamientos más habituales y los casos en los que es posible realizar un injerto capilar en las zonas afectadas.

Índice


  1. ¿Qué causa la alopecia frontal fibrosante?
  2. Síntomas y signos de esta alopecia cicatricial
  3. Diferencias entre alopecia frontal fibrosante y liquen plano pilar
  4. Tratamientos más frecuentes
  5. Trasplante capilar en las zonas afectadas
Mujer analizando caída de cabello: ¿posible alopecia frontal fibrosante?

¿Qué causa la alopecia frontal fibrosante?

No se conoce con exactitud las causas o los mecanismos que producen la alopecia frontal fibrosante. Sin embargo, se cree que algunos factores hormonales, autoinmunes, genéticos y exógenos influyen en la aparición de la afección.

Algunos estudios afirman que diversos factores hormonales desempeñan un papel en este tipo de alopecia cicatricial, debido a su mayor frecuencia en mujeres posmenopáusicas y a su respuesta a los inhibidores de la 5-alfa reductasa. También se observa que hasta un 30 % de los pacientes con alopecia frontal fibrosante padecen un trastorno autoinmunitario asociado, especialmente hipotiroidismo.

Un estudio a madres e hijas de varias familias para investigar la influencia genética en este tipo de alopecia reveló que todas las madres eran postmenopáusicas en el momento del diagnóstico y tenían una alopecia avanzada, mientras que todas las hijas eran premenopáusicas y tenían una forma leve de la enfermedad. Por eso, se cree que la aparición de la enfermedad en familias puede indicar una exposición a un agente externo común, probablemente potenciado por una predisposición genética.

Síntomas y signos de esta alopecia cicatricial

Generalmente, antes de que se pueda apreciar una pérdida de cabello significativa, las personas afectadas por alopecia frontal fibrosante suelen presentar una serie de signos y síntomas. Los más frecuentes son:

  • Retroceso continuo y permanente de la línea frontal del cabello
  • Erupciones amarillas o rojas en la línea frontal del cabello
  • Dolor o picor en el cuero cabelludo
  • Alopecia en las cejas
  • Caída del pelo de la barba
  • Pérdida de pelo en brazos y piernas

Pese a que este tipo de alopecia no tiene cura, se puede controlar su evolución con el tratamiento adecuado. Por ello, se debe acudir al médico o dermatólogo para obtener un diagnóstico y empezar con el tratamiento lo antes posible.

Diferencias entre alopecia frontal fibrosante y liquen plano pilar

Aunque ambas son alopecias cicatriciales y comparten algunas características que hacen que muchas veces se las confunda, hay varias diferencias notables entre la alopecia frontal fibrosante y el liquen plano pilar -también conocido como liquen plano pilaris-, el subtipo de liquen plano que afecta al cuero cabelludo. Por ejemplo, la inflamación de la alopecia frontal fibrosante suele ser más leve que en el liquen plano. También se observa que, mientras la caída de pelo provocada por el liquen plano pilaris sigue un patrón multifocal, la alopecia frontal fibrosante presenta, generalmente, una recesión bilateral y simétrica de la línea del nacimiento del cabello. Además, otra diferencia importante es que la alopecia frontal fibrosante también puede presentar caída de pelo en las cejas y las axilas, síntomas que no se observan en el liquen plano pilar.

Diagnóstico de la alopecia fibrosante con dermatoscopia

Tratamientos más frecuentes

El tratamiento de la alopecia frontal fibrosante tiene como objetivo aliviar los síntomas y frenar el avance de la caída de pelo, ya que no es posible recuperar el cabello en las zonas donde los folículos pilosos han sido destruidos. Los tratamientos más habituales incluyen:

  • Tratamientos tópicos. Los corticoides tópicos como el clobetasol están recomendados en la fase inflamatoria temprana, pero se suelen producir recaídas al suspenderlos. Los corticoides intralesionales como el acetónido de triamcinolona pueden hacer que el pelo vuelva a crecer en algunos pacientes. El minoxidil tópico no ha mostrado mejoría clínica en la ralentización de la progresión de la alopecia. Las gotas oftálmicas de Bimatoprost 0,03 %, un análogo de la prostaglandina, pueden utilizarse para recuperar el pelo de las cejas.
  • Tratamientos sistémicos. La prednisona por vía oral detiene la recesión capilar en casi el 43 % de los pacientes, aunque hay una recaída si se interrumpe el tratamiento. La finasterida mostró en un estudio que el 47 % de los pacientes consiguió impulsar el recrecimiento de la línea de implantación del cabello y el 53 % logró estabilizar el avance de la alopecia. En otro estudio la dutasterida mostró una mejoría en el 44 % de los pacientes y el 56 % de ellos pudo frenar el progreso de la alopecia.

Trasplante capilar en las zonas afectadas

Generalmente se recomienda esperar a que la enfermedad haya remitido antes de recurrir al trasplante capilar. En el caso de las alopecias cicatriciales como la alopecia frontal fibrosante se sugiere esperar de uno a cinco años. La tasa de supervivencia de los injertos es uno de los factores que hay que tener en cuenta antes de la intervención, ya que en el 60 % de los casos no supera los cinco años. Por ello, solo se recomienda hacer trasplantes capilares en zonas pequeñas y siempre informando al paciente de la tasa de supervivencia de los injertos a largo plazo.

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